Capítulo 10 - The road is a river

Estos últimos días han sido tan llenos que una sólo sacaba la libretita para apuntar frases bonitas o para añadir sitios, películas o libros a la lista de 'quéhaceres culturales'.
El último día en Salta no fue en la ciudad misma, sino en San Lorenzo, una reserva natural al estilo Indiana Jones versión latinoamericana - por la selva, me refiero -. Subimos hasta la cima y desde allí nos lanzamos a volar con un zip-line -!!!- (tirolina) de más de 200 metros de largo y a más de 100m de altitud. Me impresionó el hecho de sólo ver árboles... pero me encantó el no tener a nadie empujándome, bastaba la curiosidad de la experiencia [¡ver Capítulo 9!]. En la noche me junté en un hostal de un amigo donde se organizó una cena espontánea a ritmo de guitarras y nacionalidades diversas (aunque siempre ganan, en número, los brasileños o argentinos mismos que viajan dentro del país).

Ayer fue un día película Almodóvar. Como es bien sabido, no soy de las típicas que vive situaciones de película, pero lo de ayer fue de guión. De Salta viajé hasta Tucumán y, en la estación, me esperaban dos chicas espléndidas, una de ellas amiga de la taita. Adriana y Euge me trataron como si fuésemos amigas de toda la vida. Junto con otra chica más, Bárbara, fuimos al cerro de Tucumán porque el calor de la ciudad era insoportable. Allí estuvimos en un jardín de casa Almódovar, donde tomamos mate y comimos carne (tares que, por cierto, borré de la lista de lo no-hecho). Además de adentrarme de puntitas por la vida de cada una de ellas, conocí de cerca la vida argentina, y esto me encantó. Sin duda, tomar mate define su forma de ser. Más que la hierba del mate, es todo lo que la tradición conlleva lo que justifica perfectamente su cultura y su ritmo de vida.

Hoy he pasado medio día en Mendoza y medio día en el bus. El paisaje de Mendoza a Santiago es impresionante. El valle del Aconcagua es una zona ahora definitivamente añadida a la nombrada lista de sitios, porque es majestuoso y mágico a la vez., sobretodo al atardecer. Además, aunque pasarse tres horas para cruzar la frontera en el Paso de los Libertadores no es lo mejor del mundo, he podido seguir las elecciones a través de un televisor de la PDI (Policia de Investigaciones de Chile). Así, llegar a Santiago y encontrarme con autos tocando el claxon como si de un triunfo del Barça de tratara no ha sido un shock tan fuerte para mí. Piñera ha ganado a Frei con un 51'8%. En las calles se olía esta separación brutal entre derechas y socialistas que los resultados demuestran tan bien. Qué miedo.

Así terminan mis capítulos.
Aquí termina este pequeño reto que, meses atrás, sólo estaba escrito en una de dichas listas. La verdad es que siempre es un placer tachar lo hecho (y darse cuenta de que todavía queda tanto) pero una siempre se queda con el sentimiento del "por-qué-pasa-todo-tan-rápido" e intenta dejar que pase tiempo antes de tacharlo en la libreta; a ver si se le olvida (porqué no habrá escrito esta tarea en ningún sitio) y puede tener otra vez, en alguna lista, cuatro palabritas que digan: "Repte: viatjar sola a...".

Capítulo 9- "Y él los empujó. Y volaron"

Es obvio que a uno tienen que empujarlo para lanzarse al paradójico vacío que, casualmente, siempre acaba estando más lleno de lo que parece. Y es obvio, también, que quien empuja, el sujeto, no tiene porqué ser una persona. En mi caso, quien empuja es un sentimiento que nace generalmente en las rodillas - no sé el porqué- y sube hasta el corazón y el cerebro (¡vaya!).

Hoy ha sido un día muy bonito, muy tranquilo y muy lindo. La verdad es que no dudaba de que Salta me iba a gustar, ni de que sería genial juntarme con Andi, un chico inglés que conocimos en San Pedro de Atacama, en el desierto chileno. Él viaja por Latinoamérica desde diciembre y, por casualidad, también estudia en Santiago durante este año estupendo.

Hemos recorrido la Salta turística: la plaza 9 de julio, las callecitas del alrededor, hemos visitado el museo de arte de montaña (donde había dos cuerpos conservados perfectamente de dos miños incas encontrados en las montañas, ¡alucinante!) y hemos subido al cerro San Bernardo con un funicular de cuento.

Salta es la capital de la provincia del mismo nombre, y es una de las ciudades, como dicen, más lindas de Argentina. Posee una variedad de construcciones coloniales que tienen, como marco de fondo, la cordillera de los Andes (ya la extrañaba, sinceramente). La ciudad se fundó en 1582 a manos de los españoles - cómo no - y ellos construyeron el Cabildo, la iglesia mayor y el convento. Típico típico. Pero, por lo que me ha parecido, Salta-la-linda puede considerarse bella por la armonía que produce la combinación de estos edificios tradicionales con el entorno natural.

La verdad es que me interesa siempre mucho más el entorno que las construcciones, así que para mañana hemos planeado una salida a San Lorenzo, una población serrana con montañas y valles de una verde que, seguro, va a ser impresionante.

Además de todo esto, hoy me he dado cuenta de los deberes que tengo que cumplir antes de cambiar de país, y es que desde que estoy en Argentina todavía no he comido la carne (experiencia que algunos describen como "única"), no he tomado mate con la bombilla, ni he bebido una especie de vodka típico de aquí (no consigo acordarme del nombre...). De hecho, considero que todo lo que no he hecho describe perfectamente el estilo de viaje que estoy llevando a cabo. Quizás me estoy convirtiendo en la típica mochilera sana con horarios típicos también de tercera edad, o quizás es que todo sean etapas. Sea lo que sea, la verdad es que no me preocupa para nada la lista de lo no-realizado. Por el momento, no voy a seguir - ni a creerme- la conocida "uno no se arrepienta de lo hecho, sino de lo no hecho" y voy a seguir, cómo no, con mis capítulos que, hasta ahora, me han empujado tanto que han conseguido hacerme volar. ¡Waw!

Capítulo 8- Earth laughs flowers

Salí de Buenos Aires en dirección a Puerto Iguazú, el pueblo cuna de las cataratas en la parte Argentina de éstas. Salí de la capital con ilusión para ver una de las maravillas naturales del mundo, pero no esperaba que todo fuese tan genial.

En Latinoamérica creen en la Pachamama, la madre tierra, que resulta ser la que alimenta, la que da frutos, la que crea la naturaleza, el mundo. Mi Pachamama particular (gràcies!) me reescribió una parte de un reportaje que se publicó en El Viajero, de El País, sobre las cataratas de Iguazú. La verdad es que una no se ve con la suficiente capacidad para transmitir con palabras lo que se vive y se siente al estar delante de las cataratas, así que voy a dejarlo en manos ajenas:

El mar en la tierra
Las cataratas del Iguazú son una maravilla telúrica y poética. Del lado argentino, el visitante se adentra hacia la rugiente caída del agua y sale transformado tras un bautismo de sonidos y selva (entrada)HAy que ir a las cataratas del Iguazú para sorprenderse, como fue allí su descubridor europeo, Alvar Núñez Cabeza de Vaca. Alvar era jerezano, y si en el siglo XVI ya los de Jerez hablaban como ahora, es posible que exclamara. ¡Ozú!Hay un mon umento a Alvar Núñez en la confluencia de los ríos que nutren las cataratas. Son tan poderosas que ahora son más que la política: coexisten en tres fronteras, Paraguay, Brasil, Argentina, pero son un país entero: el país de las cataratas.Los que van al lado brasileño verán una especie de parque temático que no se toca: las cataratas como una hermosa fotografía, o un cuadro de Turner, impresionante y exquisito. Sin embargo, los que las ven desde el lado argentino tienen la posibilidad de descubrir, físicamente, la emoción que debieron de sentir los primeros pobladores, Alvar y los que le siguieron. En plenitud, estas catarats que vemos en el lado argentino representan un monstruo espléndido, cuyo ruido ensordecedor es como el sonido del mar en la tierra. Como si un motor inolvidable y perenne estuviera sonando para despertar al dios de una belleza.

Además de la fuerza del agua, de la fuerza de la naturaleza que, aunque parezca silenciosa, no deja indiferente con su música, estos días en Iguazú han sido también bien llenos de alegría. Conocí a una chica de Navarra, Ana, que se ha lanzado a la aventura argentina por un mes y medio, y también a dos hermanos italianos (sempre que conec germans que viatjen penso en vosaltres, nenes!) super buena onda. Con ellos hicimos la visita a Brasil y a Argentina y lo pasamos rebien.

Estos días no dejo de acordarme de todo lo que me espera en Santiago, de todo lo que tengo ganas de hacer cuando llegue, y de todo lo que ya no estará también. De alguna forma, esto es porque me acerco ahora al segundo semestre en Chile y tengo bastante claro que quiero aprovechar muchísimo todo lo que aparezca.

He llegado en Salta hace unas horitas después de más de 24 horas de bus. ¡Qué locura!

Mañana voy a recorrer la conocida como 'Salta la linda', la que tanto encantó a Raca, quien escribió, un día cualquiera en la pared de su cocina: "Earth laughs flowers".

Capítulo 7- La primera maravilla natural del mundo

Sin mucho tiempo para escribir (aunque mucho para pensar) sólo quiero dejar aquí cuatro palabritas por lo que a las Cataratas de Iguazú se refiere.
Ayer tuve la suerte de ir a la parte de Brasil y gocé de una vista panorámica de las cataratas, pero hoy ha sido alucinante verlas desde Argentina. He vivido dentro de las cataratas, las he sentido durante unas horas, y ha sido una experiencia única.
Tengo ganas de escribir porqué realmente hay mucho que decir, pero el tiempo lo impide, así que espero mañana, desde Tucumán, poder ampliar todo lo visto aquí, en la selva tropical de tan al norte de Argentina que es ya casi Brasil.

Capítulo 6- El sol sale para todos

La noche de ayer en el hostal El Viajero, de Montevideo, fue bien musical. Había noche de pizza casera y, como voy sin plan, me apunté a la cena. Todos eran, para variar, brasileños, así que al principio era difícil conseguir que el español fuese la lengua en la mesa. Aunque poco a poco voy comprendiendo casi todo del portugués, me alegré cuando supe que el chico trabajador del hostal era vasco (¡son una plaga!) y que llegaban dos chicos de Chile. Con Luis (de Navarra), estudiante de cine en Madrid, pudimos compartir un rato las experiencias varias que uno y una hemos vivido por aquí. Poco después se juntaron en la terraza unos chicos y chicas de EEUU, que venían con ganas de guitarra. Así fue como, lo que al principio parecían mesitas de nacionalidades, terminara en un círculo con jóvenes bailando la Bamba y cantando el Let it be.
El día de hoy ha sido bonito pero me ha molestado el sol. La verdad es que tener que conocer una ciudad con un calor insoportable no deja de ser agobiante. Por eso, he decidido pasear por las Ramblas de Montevideo, que recorren, a modo de paseo marítimo, todas las playas del Río de la Plata -son más de 6 quilómetros creo-.

Hoy me he dado cuenta de que los uruguayos demuestran felicidad con poco, transmiten simpatía y sencillez, y construyen así la cultura de la tranquilidad alegre. Creo que esto tiene que ver con la importancia que da un país al tiempo libre, al espacio personal para dedicar a uno mismo, a la familia, a los amigos... al no tener que estar trabajando 24 horas diarias como en la mayoría de países latinoamericanos. Por lo que parece, en Montevideo las tiendas cierran durante el mediodía, detalle que demuestra que se da prioridad a los derechos del trabajador. Se trata de un círculo, como del pez que se muerde la cola, y es que en los sitios en que se trabaja y se trabaja se acaba sin vivir. Me parece que almenos aquí se vive más, y esto contribuye a la felicidad, a la alegría antes mencionada.

A las 12 del mediodía había grupitos de gente reunida alrededor de cañas de pescar, tomando mate y sol. Sin duda, el mate es el principal aliado de cualquier uruguayo o argentino, incluso pasean por las calles con el kid en los brazos.

Montevideo me ha sorprendido por, como decía, la tranquilidad. De momento es la ciudad más calmada que he conocido jamás, sin dejar de considerar que es capital de país. La estructura de las calles de toda la ciudad es parecida a l'Eixample, por eso el tráfico circula ordenadamente. Es obvio que hay autos, pero los necesarios (porque la mayoría no los pueden pagar), y las micros funcionan perfectamente, son accesibles. Los que no se trasladan en auto lo hacen a pie, en bicicleta o en carro (¡hay basureros que recogen cartones y plásticos!).
Las playas no tienen nada que ver con las del Pacífico, incluso me atreviría a compararlas con las que vi en Miami (aunque las de aquí son menos in, ¡obvio!) con arena blanca, umbrellas de paja y olas tranquilas.
Durante mi caminata por las Ramblas citadas, me he fijado en algunos de los muros que rodeaban la costa, y me he quedado con dos frases de ellos: "El sol sale para todos" y "Defendé la alegría". Titulo el post con la primera porque, aunque esté tan lejos, ¡quiero mandar un poquito de sol a la querida Catalunya!

Durante el día de hoy he hecho estos "apuntes":
- Tengo ganas de una Manicure's session
- Los uruguayos no se saben vender, los argentinos se venden demasiado.
- En Chile (Santiago), la pregunta del millón es: "¿dónde vives?" (tema para futuro post)
- Odissea con los adaptadores en cada país
- Montevideo es la ciudad de los mercados, cada día okupan más calles!
- Primer atardecer en la costa atlántica
- Miedo al Dangue

¡Mañana vuelta a Colonia y a Buenos Aires de nuevo!

Capítulo 5- "No prefiero lo malo conocido, sino lo bueno por conocer"

El día 7 (ayer) fue un día de viaje en grupo. Ivet y Beñat llegaron en la mañana a Buenos Aires, y ellos fueron mi simpático despertador. Hacía más de un mes que no veía Ivet y fue genial poder juntarnos en la que dice ser la ciudad del diseño. Recorrimos Palermo y Recoleta, dos barrios que no quería dejarme y que, sinceramente, no me impresionaron demasiado (¡continuo esperando demasiado de las ciudades!).
Estuvimos todo el día caminando, así que nuestros pies necesitaban, al final, un descansito. Por esto fuimos a Puerto Madero, una imitación (cutre para mí) del Maremagnum.
Después de los 'chaus' a los brasileños, los recién conocidos en el bonito hostal y después del 'bona nit' a Ivet y Beñat armé mi mochila para seguir, a las 7 de la mañana de hoy, mi ruta hacia Uruguay.
He viajado en barco desde Buenos Aires hasta Colonia. He paseado por la linda y encantadora ciudad durante todo el día, y después he ido en bus hasta Montevideo.
Colonia ha sido un pueblito- ciudad que me ha enamorado, por su silencio, su mar -que es el río de la Plata- y su onda. Allí he conocido un catalán de Premià de Mar que no tenía ya claras sus raíces, pero ha sido bonito compartir un ratito. Colonia es una ciudad que fue muy importante durante la colonización española, ya que se utilizaba de 'puente' para entrar no sólo al país, sino también a Paraguay, Bolivia e incluso Argentina. Por lo que parecía, Colonia mezcla lo típico de pueblo de mar, con barquitos y playitas hermosas, con el turismo que, sí o sí, llega a invadirla.

He entrado a Uruguay con los cuentos de Cortázar, Final del juego, y él ha llenado este viernes que resulta ser tan frío en la otra punta del mundo.

Capítulo 4- "Ou ne peut plaire à tout le monde"

Avui és dia 6 i resulta que demà passat me'n vaig a Uruguai. I escric en català perquè, segur seguríssim, que els millors Reis són els de Catalunya. I perquè tinc ganes d'utilitzar una mica la llengua!

Avui m'he endinsat en el Buenos Aires dels 50, dels 70 i dels 90. Bé, més que endinsar-m'hi, hi he passat per sobre (en el sentit metafòric, òbviament!). He passejat per la Plaza de Mayo imitant les marchas que fan les madres des del 30 d'abril del 77, poc després que comencés la dictadura de Jorge Rafael Videla. Des de llavors, encara ara algunes mares es reuneixen tots els dijous al migdia en senyal de protesta i de record pels fills i néts desapareguts i assassinats.

Després he anat a Caminito, al barri La Boca. Estava ple de turistes, però és una zona molt pintoresca, amb milers de colors, música i tangos.

He entrat en un museu on hi havia una exposició que reunia diferents pintors al voltant de quatre temes: l'amor, l'odi, la vida i la mort. M'he fixat en un quadre estil popart que deia: "Ou ne peut plaire à tout le monde". Bona!

He passat la tarda entre el famós obelisc de l'avenida 9 de julio i els carrers Corrientes, Florida, Santa Fe... que m'atreviria a comparar amb el Portal de l'Àngel de Barnaworld.

El metro de Buenos Aires està més mal senyalitzat que el de Santiago, que ja és dir. Em sembla al·lucinant el poc que es destina -per no dir gens- a la comunicació en els transports, però em sento orgullosa de poder-ho contrastar!

Ara les llumetes dels carrers ja comencen a il·luminar-se, i Buenos Aires es transforma així en la ciutat de les llums com el París del XVIII però amb arquitectura italiana i espanyola, i pensadors que, pel que sembla, no pensen tant (!!!). Almenys, els dels carrers (que pocs seran intel·lectuals) es preocupen per mirar i repassar cames, culs i de tot-i-més. S'inventen piropos dignes de diccionari, com aquest: "tantas curvas y yo sin frenos".

Capítulo 3- "¿Y no será la vida un pez preparado para ser pájaro?"

"El aire de Buenos Aires, éste es el aire que cautivó a los españoles, y cada día estoy más convencido que ellos la bautizaron 'la ciudad de los Buenos Aires' porque fueron seducidos por su perfume y su ilusión. A mí se me hace cuento que empezó Buenos Aires: la juzgo tan eterna como el agua y el aire." J.L. Borges, Fundación mística de Buenos Aires.

Observaciones rápidas:

Primero- Los aires acondicionados -más que imprescindibles en esta ciudad- están estropeados y caen gotitas de agua de los balcones, como si de un 'xirimiri' se tratara.

Segundo- Los vendedores ambulantes también inventan aquí miles de objetos que a mí, óbviamente, no se me hubiera ni pasado por la cabeza que podrían ser un pequeño negocito.

Tercero- Los argentinos hablan muy rápido. Hay mucha gente. Hace mucho calor.

Acción:

Estoy alojada en Portal del Sur, un hostal rebonito (re=molt) situado a dos cuadras de la plaza de Mayo, donde por ahora hay instalado un grupito de gente que lucha a favor de la paz en el mundo. A su alrededor, como no, hay gente bien y gente no tan bien.

He llegado a Buenos Aires al mediodía y he paseado durante toda la tarde por San Telmo, el barrio de las antigüedades, la zona in para los amantes de las cosas más out. Casualmente he conocido dos azafatas de vuelo de AirEuropa que tenían la tarde libre en Buenos Aires antes de partir mañana en dirección a Madrid. Con ellos hemos cheleado en una plazita y hemos gozado de tangos en directo. ¡Qué baile!

Después de darme cuenta de que no podía llegar a ver el barrio La Boca (porque era demasiado tarde para ir sola) he seguido mi paseo por San Telmo hasta regresar al hostal. En la terrazita de madera al estilo ático-loft de Barcelona he estado conversando con un grupo de brasileños, que parecen de otro mundo aunque su país también sea Latinoamérica. Nos entendemos mejor en inglés que en español, ¡muy fuerte!

Durante toda la tarde ha estado super nublado y, como intuía, ahora it's raining cats and dogs! Com deia la iaia, "quan al cel hi ha cassoletes, a la terra fem pastetes"!

Capítulo 2 - "Nulla dies sine linea"

El baño en la piscina anoche y la conversación con un joven mexicano que recorre Latinoamérica al estilo Diario de motocicleta (aunque sin La Poderosa) me dieron el empujón que quizás necesitaba para empezar este pequeño proyecto- viaje que justo empiezo. Ayer Mendoza, al ser domingo, estaba dormida, y tal vez esto también contribuyó a que no encontrara su esencia.
En la mañana he recorrido el 70% de librerías de la ciudad para encontrar una guía que no ha querido aparecer hasta el atardecer. Con mi pequeña poderosa -la mochila viajera- y la Consuelo -la cámara captalotodo- he turisteado toda la mañana y he hecho la que he nombrado "Ruta de las plazas": Independencia, España, Chile, Italia y San Martín. No eran más que plazas, pero siempre espero más. Durante mi tour personalizado he conocido Angi, una fotógrafa de México que curiosamente también había inventado este mini circuito por el centro de Mendoza.
Al mediodía me he juntado con Meli, una amiga de Anna (que guai repassar alguns dels teus passos!). Ha sido increíble pasar la tarde con ella. Además de conocer muchísimo la ciudad y de webear en el parque San Martín -el pulmón de la ciudad calurosa-, Meli me ha abierto las puertas a la Argentina que, en el fondo, tenía en mi cabeza. Ella tiene una energía alucinante, y yo le he robado una cucharadita, para seguir el viaje y poderla sacar cuando precise.

Dentro de una hora viajo hacia Buenos Aires. Serán como catorce horas de bus. Waw!
Tendré tiempo para leer y releer la famosa guía, para adentrarme más en Las venas abiertas de América Latina, de Eduardo Galeano, y para seguir sin repetirme la frase que, como tantas otras, em fa pensar en tu mamita: "Nulla dies sine linea". Deus ser tu la que em despertes aquesta necessitat d'escriure cada dia més.

Capítulo 1 - "You can't lose lose if you don't play"

Hoy a las 16h he sido, por uns instantes, pequeña delante de una ciudad que desconozco. Mendoza es una ciudad argentina a no más de 7 horas de Santiago, no sé nada más que esto de momento y la ignorancia, cuando se es consciente de ella, da un poco de miedo.

Durante el viaje desde Santiago hasta Mendoza he recuperado horas de sueño y he mirado por la ventana. Cruzar la cordillera siempre es impactante. Las nubes hacían reflejos en las montañas, que todavía conservan puntitos de nieve (como si de una decoración navideña se tratase).
La estación de Mendoza me ha estresado un poco, por la gente y por el calor. Enganxifosa humitat de Barcelona... es inaguantable. Aun así, el calor no me molesta. Además, me he alojado por esta noche en un hostal (se llama UMA, 40pesos argentinos -8euros aprox-) que tiene piscina, cocina e internet! Los lujos de los lujos. Comparto pieza con una mamá y una hija que ubicaban Barcelona en Estados Unidos, espero que haya un poco más de cultura por aquí...

Al ser domingo, Mendoza estaba muerta esta tarde. Aun así, me he sentado en una terrazita a leer, comer y escribir un poco y he conocido un señor de Israel super interesante. Hemos conversado en un inglés académico los dos, pero hemos pasado un buen rato.

Mañana voy a pasear por esta ciudad que, en un principio, me ha empetitit pero que ahora creo que me abre las puertas para que engrandeixi.